Bancos centrales

El mercado ya espera tres subidas de tipos en 2022 tras los últimos mensajes del BCE

El euro sufre más por la energía que por las intervenciones del BCE y la Fed.
El euro sufre más por la energía que por las intervenciones del BCE y la Fed.
Laura Piedehierro
  • Laura Piedehierro
  • Periodista. Cuando no escribo del Ibex 35 me gusta mirar cuadros. Antes en Estrategias de inversión y ahora aquí.

A pesar de que su presidenta, Christine Lagarde, se haya mostrado más comedida, varios miembros del BCE, incluido el vicepresidente, Luis de Guindos, han apuntado en los últimos días la posibilidad de que la institución suba los tipos de interés ya en julio de este 2022. Fruto de esos mensajes, el mercado da por descontada tres alzas de un cuarto de punto cada una, frente al incremento de 60 puntos básicos de la semana pasada.

Menos de una semana después de que el BCE celebrase su reunión de abril, varios miembros del organismo han alimentado la posibilidad de que la primera subida de tipos de interés tenga lugar en julio, coincidiendo con el final de las compras netas de deuda.

El último en hacerlo ha sido el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, quien reconoció la posibilidad de que los tipos de interés de la zona euro suban ya en julio de 2022, puntualizando que dependerá de los datos. «Desde la perspectiva de hoy, julio es posible y septiembre, o más tarde, también es posible. Miraremos los datos y solo entonces decidiremos», señalaba en una entrevista con Bloomberg.

Antes de eso, el gobernador del Banco Nacional de Bélgica, Pierre Wunsch, también se había mostrado a favor de la subida en julio, como un lo hicieron el martes el gobernador del Banco de Letonia, Martins Kazaks, y el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel. El belga llegó a señalar que el BCE podría situar sus tipos de interés por encima de cero antes de final de año, lo que sucedería por primera vez desde 2013.

Sin embargo, la presidenta, Christine Lagarde se mostró más cautelosa en la reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington al señalar que la política monetaria del BCE dependerá de los datos económicos y de su valoración de las perspectivas. «En las actuales condiciones de elevada incertidumbre, mantendremos la opcionalidad, el gradualismo y la flexibilidad al conducir la política monetaria», afirmó.

Hasta ahora, el BCE mantiene el tipo de interés de las operaciones principales de financiación, las subastas semanales, en el 0%; el de la facilidad marginal de crédito -por el que presta el dinero a un día- en el 0,25%, y de la facilidad de depósito -por el que remunera el dinero a un día- en el -0,50%.

«La reciente debilidad del euro también se suma a los riesgos al alza de la inflación e implica que un tipo de interés de depósito negativo podría dejar de ser necesario», apuntan los analistas de Federated Hermes. La tasa de inflación interanual de la eurozona se situó en marzo en el 7,4%, frente al 5,9% registrado en febrero, en lo que supone el mayor encarecimiento de los precios en la región del euro de toda la serie histórica.

Los mismos expertos advierten de que los riesgos a la baja para las perspectivas de crecimiento derivados del conflicto en Ucrania son pronunciados. «Una nueva escalada que provoque la interrupción del suministro de gas y el racionamiento de la energía puede llevar a la región a una recesión. Por lo tanto, existe el riesgo de que las próximas etapas del proceso de normalización, tan esperadas, terminen malogradas», explican.

Por ahora, la mayoría de bancos de inversión y analistas esperan que el BCE lleve a cabo la primera subida de tipos en septiembre. Es el caso de Deutsche Bank. Eso sí, aunque los expertos de la entidad germana retrasan  las alzas hasta el noveno mes del año, esperan que el incremento sea de entre 250 y 300 puntos básicos hasta diciembre de 2023.

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